Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa...
!Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!..
¡Ay!, pensé; ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: “Levántate y anda.”!..
Gustavo Adolfo Becquer
(1836-1870)
Gracias querido amigo Adrian...
Sol...Sole... Soledad...
como te guste mas...
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Sole