No voy a negar que, hace unos cuantos años, la primera vez que me topé con esta palabra paseando por Internet me pegó un punto muy de señora y pensé: “Madre mía, a saber qué coño se han inventado ahora”, y ni tan siquiera me molesté en averiguar de lo que iba el asunto. Tiempo después decidí informarme sobre el tema y lo cierto es que es una forma de entender la sexualidad muy interesante, que transgrede los límites de las orientaciones sexuales predominantes hasta el momento.
Pansexualidad vs. Bisexualidad
Empezamos: una persona pansexual puede sentirse atraída por personas de cualquier sexo e identidad sexual. ¿Eso no es lo mismo que ser bisexual? No exactamente.
Bisexualidad
Una persona bisexual puede sentirse atraída por hombres y por mujeres, entendiendo hombre y mujer en el sentido tradicional, es decir, cisgénero. Las personas cisgénero son todas aquellas que sienten que su género es el mismo que el que les fue asignado al nacer, mientras que las transgénero son aquellas que no se sienten identificadas con el género que determinaron que les correspondía.
Pansexualidad:
Pansexualidad:
La persona pansexual no limita su atracción al binomio hombre-mujer tradicional. Vamos, que el sexo y el género son factores que no afectan a un pansexual a la hora de enamorarse o sentirse atraído por alguien. Por ello, le pueden gustar tanto hombres y mujeres (cisgénero o transgénero) como todas las personas que no se identifiquen con un género en concreto. Hay personas que pueden sentirse parte de ambos y otras que, en cambio, no sienten pertenencia a ninguno de los dos (intersexuales, genderqueer, etc.)
De hecho, una persona pansexual no debería categorizar en dos grupos separados, por ejemplo, a una mujer cis y a una mujer trans, puesto que ambas se identifican con este género y, por lo tanto, tienen derecho a ser consideradas mujeres exactamente igual.
Ser pansexual no significa que te atraiga todo el mundo sin criterio, quiere decir que las personas que te gusten lo harán por su personalidad, su carisma y su forma de ser, sin que su sexo e identidad de género supongan un filtro previo.
A nivel personal, considero que una de las evoluciones más favorables que podríamos conseguir socialmente sería el desmontar los roles de género. Tenemos tan bien aprendidos nuestros papeles como “hombre” y “mujer” que es imposible saber cómo seríamos cada uno de nosotros de haber nacido en una realidad sin todas estas condiciones.
Una realidad en la que el género se desdibujase y no se limitase a dos opciones cerradas, sino que permitiese a cada individuo crecer en cualquier dirección en la que se sintiera cómodo. Una realidad en la que algo tan banal como la ropa que cada uno ha de ponerse fuese más una cuestión de gusto personal que de sexo. Y por eso me encanta la idea de pansexualidad, porque lo veo como un gran paso para comenzar a romper nuestras barreras culturales y mentales desvinculando algo tan amplio e indescriptible como es el amor de algo tan concreto y arbitrario como es el sexo de cada persona.
De hecho, una persona pansexual no debería categorizar en dos grupos separados, por ejemplo, a una mujer cis y a una mujer trans, puesto que ambas se identifican con este género y, por lo tanto, tienen derecho a ser consideradas mujeres exactamente igual.
Ser pansexual no significa que te atraiga todo el mundo sin criterio, quiere decir que las personas que te gusten lo harán por su personalidad, su carisma y su forma de ser, sin que su sexo e identidad de género supongan un filtro previo.
A nivel personal, considero que una de las evoluciones más favorables que podríamos conseguir socialmente sería el desmontar los roles de género. Tenemos tan bien aprendidos nuestros papeles como “hombre” y “mujer” que es imposible saber cómo seríamos cada uno de nosotros de haber nacido en una realidad sin todas estas condiciones.
Una realidad en la que el género se desdibujase y no se limitase a dos opciones cerradas, sino que permitiese a cada individuo crecer en cualquier dirección en la que se sintiera cómodo. Una realidad en la que algo tan banal como la ropa que cada uno ha de ponerse fuese más una cuestión de gusto personal que de sexo. Y por eso me encanta la idea de pansexualidad, porque lo veo como un gran paso para comenzar a romper nuestras barreras culturales y mentales desvinculando algo tan amplio e indescriptible como es el amor de algo tan concreto y arbitrario como es el sexo de cada persona.