Algo de historia.....

Desde la noche de los tiempos el hombre ha ejercido una suerte de tutela dentro de la relación íntima mantenida con su compañera de lecho, de rama de árbol o simplemente de césped en medio de cualquier frondosa vegetación.

El varón fue el que se arriesgaba a salir a cazar a las forestas, enfrentándose a animales feroces, en el afán de cumplir su rol de suministrador de alimentos hacia su familia, mientras que la hembra cuidaba en casa a la descendencia y esperaba de su contraparte la consabida sorpresa alimenticia. Cuando el sol sucumbía en las redes del sueño, se entregaba la pareja a los disfrutes del sexo, en clara recompensa a la intensa actividad masculina diaria. La mujer posiblemente se dejaba hacer de un marido, acostumbrado a tomar  iniciativas en cuanto lance se le aparecía al paso.

Claro que no siempre fue así. Federico Engels resalta épocas contrarias, de vigencia exclusiva del matriarcado, donde las que ejercían el control del grupo eran las mujeres, las cuales brindaban cohesión a la familia al asegurar el parentesco de los hijos, porque la paternidad no hallaba certeza en una relación donde la fémina acometía sexualmente a varios machos.

Sin embargo esa férrea dominación femenina se fue perdiendo en los polvos del pasado y el hombre se encargó desde siempre de mantener la presencia femenina a la sombra en los diferentes órdenes sociales, económicos y culturales de la historia..... 

Generalmente fue él y no ella quien resaltaba, aunque mujeres excepcionales se desquitaban de cuando en cuando ante dicho desequilibrio. Allí surge una Cleopatra que puso loquitos a Julio César y a Marco Antonio y hasta provocó, en el marco de sus ejecutorias eróticas, una guerra con la primera potencia de esa época. 

Lucrecia Borgia no se arredra ante ningún compañero de tálamo. Después de saciarse sexualmente de un ejército de varones, los despacha al otro mundo mediante la inserción, destreza reservada a eminencias médicas, de su adorado alfiler justo en el Nudo Vital de Fluorens de sus machos, quizás por rechazo a posibles testimonios posteriores de esas épicas confrontaciones. 

Clara Schuman, en medio del tiempo dedicado a sus propias composiciones musicales, servía de moderadora a los ataques de locura de su genial marido Robert Schuman.. ¿Quién sabe qué artilugios utilizaba dentro de las paredes de su dormitorio?. 

Madame de Pompadour conseguía la caída de los párpados del Rey de Francia cada vez que le practicaba el sexo oral.....

Wallis Simpson  atendía sexualmente a la vez a un ingeniero británico y al Rey Eduardo de Inglaterra, quien abdicó al trono  por amor a la Duquesa de Windsor. Se cuenta que ésta llegó al clímax de corregir la incipiente mariconada del Duque.

En los tiempos modernos.. las lesbianas contemporáneas lanzan el desafío al mejor de los machos, en el sentido de que ellas pueden brindar la mejor satisfacción en la cama a una mujer o a varias a al vez.....

la pregunta es......cada vez.... necesitamos menos a los hombres????

Luce aparentemente un contrasentido, no obstante es probable.

fuente...http://www.clubdelectura.cl/